Salud
Cómo controlar los Ataques de Ansiedad

Cómo controlar los Ataques de Ansiedad

Los ataques de ansiedad o de pánico se alimentan del miedo y la inseguridad. Para controlarlos debemos saber que todo está en nuestra cabeza. Aquí te ofrecemos una completa guía con consejos para calmar y eliminar la ansiedad.

96% me gusta (533 votos) 17/02/12 por José

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¿Qué es la ansiedad? Cómo identificar los ataques de ansiedad. Cómo actuar en el momento de un ataque de ansiedad.

¿Qué es la ansiedad?

Muchos de nosotros padecemos o hemos padecido en algún determinado momento algún ataque de ansiedad.

En primer lugar, hemos de tener claro que la ansiedad es algo que todos los seres humanos tenemos, y que es imprescindible para poder evitar peligros y situaciones en que podamos correr riesgos, así como preparar un plan de huida sin que nosotros seamos conscientes de ello.

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Por tanto, no debemos pensar en la ansiedad como algo malo. El problema viene cuando, por alguna razón, nuestro cerebro interpreta momentos de riesgo inexistentes y nos genera una determinada reacción muy desagradable, especialmente cuando esto se produce con una cierta frecuencia y nos impide el desarrollo normal de nuestras vidas.

Cómo identificar los ataques de ansiedad

La ansiedad se identifica por estados de nerviosismo no justificados, al igual que podemos presentar algunas patologías inexistentes, como dificultad al respirar, opresión en el pecho, náuseas, sensación de desmayo, sensación de que nuestro cuerpo se va a colapsar en cualquier momento y vamos a morir, etc. Al no haber razón aparentemente lógica para estas sensaciones, pasamos a pensar que se trata de alguna enfermedad real y, esta preocupación, nos lleva a un aumento de la ansiedad, hasta el punto en que podemos necesitar la supervisión de un médico especializado.

Por mucho que vayamos al hospital, nos hagan pruebas con resultados satisfactorios y nos dejen claro que no nos pasa nada en absoluto, seguiremos pensando que ha habido alguna equivocación. Nunca podemos explicarnos cómo es posible que si siento que el brazo izquierdo se me va para atrás, sienta opresión en el pecho y tenga dificultades para respirar, no estemos ante un infarto o una miopericarditis. Pues en realidad no es así, pero... la ansiedad se alimenta del miedo.

"Si creemos que nos pasa algo, nuestro cuerpo reaccionará contra ese algo, produciéndose el ya conocido estado de ansiedad."

Si creemos que nos pasa algo, nuestro cuerpo reaccionará contra ese algo, produciéndose el ya conocido estado de ansiedad.

Medicamentos para controlar la ansiedad

Hay multitud de terapias y fármacos que ayudan a controlar este estado de nerviosismo acentuado, sin embargo, no existe la cura contra la ansiedad, por el simple hecho de que, como ya hemos comentado, no se trata de una enfermedad en sí. Pero sí podemos considerar el estado de descontrol y los ataques crónicos como una enfermedad, y esto sí tiene solución, aunque sólo una: el autocontrol.

Uno de los mayores problemas con los que nos encontramos es que, por lo general, no existe medicamento alguno que solucione el problema, pero siempre nos ofrecerán distintos ansiolíticos y/o antidepresivos que nos pueden ayudar en este control. Eso sí, nunca van a solucionarlo, que es lo que en realidad queremos.

Por ello, no es recomendable el uso de éstos para el tratamiento, sobre todo, porque causan dependencia, y acabamos intentando solucionar un problema metiéndonos en otro, además de que nunca solucionaremos el tema del nerviosismo, ya que la única clave es aprender a controlarlo.

Cada vez que tenemos un ataque, hay que aprovechar para enseñar a nuestro cuerpo este control. Si la reacción es muy baja por efecto de los tratamientos, este efecto lo tendremos para toda la vida.

Yo superé la ansiedad sin tener que recurrir a ellos. Bueno, sí, siempre llevaba un ansiolítico para ayudarme en el caso de encontrarme en una situación comprometida y necesitaba solventar el problema, pero a decir verdad, nunca llegué a tomarlo.

Simplemente se trataba de una garantía para poder recuperarme en caso de necesitarlo, y el mero hecho de tenerlo en mi cartera, siempre a mano, era suficiente confianza y seguridad que me permitía solventar el problema por mí mismo.

Cómo calmar la ansiedad

De entre las terapias que más funcionan, podemos destacar:

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  • La respiración: Nos sentamos y relajamos. Llenamos la parte alta de nuestros pulmones lentamente, mantenemos el aire durante unos segundos, y vamos expulsando éste de forma progresiva y lo más lentamente posible. Para controlar de no llenar la parte inferior de nuestros pulmones, situaremos una mano sobre esta zona y controlaremos que no se mueva. La razón de esto es evitar un exceso de oxigenación, pudiendo producir hiperventilación y mareos, sintiéndonos peor.
  • Tomar infusiones relajantes: Deben ser sin cafeína, especialmente antes de irnos a dormir. El sueño es muy importante para poder empezar el período de adaptación y que nuestro cuerpo esté preparado para lo que le queremos enseñar.
  • No consumir alcohol, cafeína o tabaco: Evitar en la medida de lo posible el consumo de cafeína, alcohol y tabaco, ya que son nuestros máximos enemigos.
    La Coca Cola, aunque sea light, es uno de los peores estimulantes para nuestro sistema nervioso. En mi caso, dejé de beber este tipo de bebidas y dejé de fumar, y, sinceramente no estoy exagerando, mi ansiedad se redujo al menos hasta la mitad. A partir de ahí todo resultó muchísimo más sencillo.
  • Hacer deporte: Bendito deporte... no hay nada mejor que descargar la energía extra, disminuyendo así el efecto de los ataques. Si podemos, realizaremos deporte al levantarnos, aunque, si tenemos problemas para conciliar el sueño, es recomendable hacerlo antes de irnos a dormir, nos pegamos una buena ducha con aromas relajantes, y nos acostamos. El cansancio hará que nos durmamos antes, y la ducha nos permitirá estar completamente relajados.
  • Relajación: También es muy recomendable practicar algunas técnicas de relajación.
  • Alimentación: Este es otro factor clave para nuestra recuperación. Comeremos frutas, verduras, pescado, carne, legumbres... es decir, una dieta variada y rica en vitaminas, oligoelementos, proteínas, etc. Un cuerpo sano es el mejor arma con el que podemos contar.

"Aunque tengamos la sensación de que estamos enfermos, nuestro período de adaptación y control comienza en autoconvencernos de que no es así."

Cómo actuar en el momento del ataque

  • Pese a llevar a cabo los pasos anteriores, no vamos a evitar radicalmente los ataques de ansiedad, aunque sí podemos disminuir su intensidad mucho más de lo que creemos.
  • No obstante, otro de los mayores enemigos de la ansiedad es la retroalimentación que se produce. Es decir, si estamos ante una situación de nerviosismo, sea la que sea, si nos metemos ideas en la cabeza que aumenten ansiedad, acabamos por sufrir el ataque que no podemos controlar.
  • Cuando nos suceda esto, lo primero que tenemos que tener claro es que no hay ninguna enfermedad real (siempre que tengamos alguna duda, acudiremos a nuestro médico, pero haremos caso de sus palabras cuando nos diga que no existe, y que nuestro estado es mental). Por ello, aunque tengamos la sensación de que estamos enfermos, nuestro período de adaptación y control comienza en autoconvencernos de que no es así, dándonos razonamientos lógicos como la última vez que acudimos a nuestro médico.
  • Yo utilizaba un modo de terapia cognitiva en la que consideraba a la ansiedad como un bichito malo que tenía dentro de mi cuerpo, y que se alimentaba de esos estados. Me "peleaba" con él y le decía que iba a tener que marcharse, porque poco a poco, le iba a ir recortando su alimento. Parece una tontería, pero ayuda muchísimo en el momento del ataque, ya que nos centramos en algo relativamente físico, y nuestro cerebro razona que no es una enfermedad, sino un estado psicológico.
  • Por último, ten claro que los ataques de ansiedad son controlables. Puede tardarse tiempo en aprender el control, pero sin lugar a dudas lo conseguirás.

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